Levantate vaga...

Abro los ojos. Miro el reloj: las ocho de la mañana. ¿Que voy a hacer hoy? Nada. En realidad si tengo que hacer algo. Ir con mi mama a probarme unas botas. La perspectiva de una hora sentada en dos carros diferentes me es tan grata como un plato de escabeche. Lease que detesto el escabeche. Pero quiero las botas. asi que mejor me levanto. Ir hasta el hospital y de ahi a la zapateria es requisito.

Escucho un ruido en el patio. Es el sonido de pasos. Presto atención, y reconozco las sandalias de mi mamá. abre la puerta de mi cuarto y va hacia el baño. Ya sabe que estoy despierta, y me apura, pues tiene que estar a las diez en el policlínico. Me dice que si no quiero las botas, me puedo quedar a dormir. Yo sí quiero las botas, así que me levanto, salgo del cuarto. Aún con la piyama puesta. Voy al otro baño a lavarme la cara y quitarme el sueño de una vez. Me miro al espejo, estoy despeinada y tengo otro grano más. Regreso a mi cuarto. Diez minutos más tarde ya me estoy cambiando. Me llaman al desayuno, pero yo aun no sé que ropa ponerme. Nunca sé que ropa ponerme.